viernes, 27 de julio de 2007

Sigo...











Las cosas extrañas empiezan a repentirse tan a menudo que uno ya las toma por normales, quemando una cabra con un neumatico, motos hiper cargadas, abres la nevera de las cervezas y hay un pescao, un hotel 5 star vacio....
Me esta empezando a pasar factura la diferencia de códigos, como decía el otro, que se tiene aquí con respecto a “nosotros”.
El trabajo es agotador, uno es fuerte o cree serlo y de momento se mantiene en pie, pero poco a poco mi vida fuera de el se esta apagando, no consigo resetear mi mente y ponerla en situación para este lugar…
Ahora si que empiezo a temer la monotonía, trabajo, gym, cerveza… pocas salidas, no nos la recomiendan, de todas formas este fin de semana no aguantaré, me iré por ahí, no se a donde.
Es posible que cierta tristeza se haya instalado en mi, gran culpa esta al otro lado del océano, tu ya sabes porque.
Todo tiene sus tiempos y solo deseo buscar un esquema mental que me permita disfrutar de las cosas hermosas que por aquí hay de una forma distendida.
El otro día conocía Ricardo un italiano que trabaja en el hotel donde tenemos proyectos, tipo fresco alegre y divertido… me acercare a él.
También fui a la fiesta de cumpleaños de un hijo de uno de los mandamases del gobierno. Era una fiesta algo surrealista, nos encontramos a Micky Mouse y el cocodrilo nosequé… todo el mundo comiendo y bebiendo durante horas sin levantar el culo de la silla, fue divertido.
El mismo día después de esa fiesta teníamos otra en casa, cumpleaños de un libanés, mucha gente, y bueno a las 12 ya no quedaba casi nadie, me quería ira algún bar, todos me decían que no era posible, no los creí y pequeña discusión… me sentí encerrado.

miércoles, 11 de julio de 2007

Una de flores…












Ayer salí a dar un paseo y me encontré estas lindas flores…

Uyo de nuevo…






Nos han mandado a Uyo, se suponía que para unos días y una vez allí la cosa será de semanas o meses.
En el fondo me gusta la ciudad, mucha gente, mucho tráfico… vida.
Vimos una nube hermosa en el vuelo… si, vale, no es una anécdota de lo mas...pero nos gusto. Esta vez fuimos vía Ouwerry (o algo así) … el camino mas interesante que desde Calabar, se cruzan mas pueblos y bueno te encuentras sorpresas en el camino, como por ejemplo un autobús quemado en el que hace una semana murieron 17 personas, aun sigue el bus en medio de la carretera completamente calcinado.
Ya en Uyo me entero de que han despedido al que se supone que era mi chofer, al parecer se harto de un Indio duro de carácter para el que tuvo que trabajar en mi ausencia… intente que no lo “take off” pero un hubo manera, así que me han asignado otro chofer al que no le entiendo nada.
El otro día Abut, el libanés que vive con nosotros, compro una cabra viva y bueno, había que comérsela. A los nigerianos que trabajan en la casa les dieron las sobras, es decir la cabeza y las tripas, ellos al parecer tan contentos. Pude grabar como abrían la cabeza de la cabra para luego hacer un guiso con ella, la piel y las tripas… esto… bueno… se me quito el hambre.
Aquí la cosa se esta calentando, hace unos días secuestraron a 4 expatriados, hace poco a una niña de 3 años y ayer a dos tipos creo que libaneses… todo eso a pocos minutos de aquí, no se, habrá que tener cuidado.

lunes, 2 de julio de 2007

Otra escapada…





















Por fin pudimos escaparnos de nuevo con el grupo de “4x4”…esta vez fue a Baro, una antigua estación de trenes que cerro hace 30 años. El viaje fue largo y duro, 5 horas para ir y 5 para volver en el jeep de Alex, un cacharro que alguien, bromeando se lo compraba por 500 dólares…

El lugar queda al oeste de Abuja justo en la ribera del Níger, el rió africano que nace directamente hacia el suicidio…en tierras de Malí dirigiéndose derechito al Sahara, una locura para un rió… después da un giro de 90º y desciende por Níger y Nigeria hasta desembocar en el Atlántico cerca de Uyo, donde tenemos los proyectos.

El camino se hace entretenido, no paras de ver gente en la carretera de arriba para abajo cargados con sus cosas, caminando caminando… también coches y autobuses cargados hasta los tope, imprudentemente cargados de gente, alimentos, animales ….

El pueblo es precioso, una pequeña playa fluvial y unas ruinas de la antigua estación con incluso libros de anotaciones tirados por ahí… 30 años ahí, tirados. Los mecanismos de cambios de vías y para hacer girar las locomotoras todavía funcionaban, los letreros, bicis sobre raíles… pero lo mas llamativo una vez mas, la gente. En la estación estaban pocas personas al principio, dos señores mayores que habían trabajado en la estación y que nos preguntaban si se iba a abrir de nuevo, solo estábamos de visita poco podíamos decirles… Al parecer al clausurarse, a ellos, vigilantes, se les comunico poca cosa y aun esperan a que se reabra y que el pueblo vuelva a ser tan floreciente como en épocas cercanas.

Poco a poco se fue acercando gente y al final nos miraban y les mirábamos un total de unas 80 personas, medio pueblo. Nosotros con ganas de hacerles fotos a todos y ellos con ganas también de que se las hiciéramos así que… la curiosidad es mutua.

De todos ellos los que se llevan siempre la palma son los niños, absolutamente adorables cuidando unos de otros y siempre dudando entre si asustarse o reírse de nosotros… Existen a montones, ya puede haber solo un par de casas que ellos aparecen por cualquier lado, dispuestos a perder el tiempo con esos blancos raros que aterrizaron por ahí…

En Baro la gente es amabilísima, me mostraron como se pesca, nos enseñaron las ruinas, lastima que después de tanto viaje solo pudimos quedarnos un par de horas, debíamos regresar.

Para la vuelta me acople con unos franceses y el viaje fue mas cómodo rápido y.. peligroso, en general la gente conduce sin miedo a la m… y encima este francés parecía contagiado así que allí fuimos, con una moto en el pick-up, la sensación por cada pueblo que pasábamos. Era parar y montones de gente se acercaban a mirar…que raros son los blancos dirían, y que raros e interesantes ellos… y siempre saludando. Por cierto en esta zona se saludo agachándose uno…como la foto de los niños.

Después de varios sustos propios y ajemos en la carretera, llegamos por fin a Abuja, unas cervezas y para casa…la cabeza temblaba de tanto coche y de tantas sensaciones…. Volveremos.

En Abuja todo esta tranquilo, a la espera e incluso deseándolo, que me manden para Uyo, tengo algunos regalos pendientes que hacer…