Esta vez fuimos mas al norte, a Obudu, también hay una organización de protección de monos, "Cercopan". Pasamos dos días en su campamento(llegar fue un milagro) y luego mas arriba llegamos al hotel de montaña de la reserva de Obudu. Aquello parecía Suiza, vaquitas y clima mas fresco, hasta tenían teleferico, Friday subió conmigo y un poco acojonado si que iba. Con los de Cercopan, todo muy bien , son un grupo que la verdad se lo tiene bien montado, muchos chimpances, driles, las cabañas para dormir estupendas, con vistas a toda la selva. Es raro dormir en medio de ella, por la noche es permanente el ruido de miles de insectos, aves o lo que sea, uno no sabe si eso que esta sonando tan cercano y fuerte lo produce un bichito insignificante o un felino del tamaño de un perro... Cerca de la reserva había un pueblo al que tuvimos que acercarnos para abastecernos, la verdad que poca cosa se podía comprar, solo spaguetti y tomate concentrado, no cebollas no tomates no carne no huevos .... eso si cerveza, nunca falta. Todo esto lo buscábamos en el pueblo rodeados de un montón de críos, les resultábamos curiosos y a veces no sabias si te tenían miedo y querían jugar contigo. De vuelta a casa, ya solo quedaba pensar en la siguiente escapada, esa ya seria a Sudafrica, allí me vería con Gilsis.
